La forma en que nos sentimos por dentro es
importante. Puede ser muy duro no explicarle a nadie que estás
triste, preocupado o enfadado con alguien. Entonces, estarás
tú solo con esos desagradables sentimientos. Y, si te lo
guardas todo para ti, ¡podrías llegar a ponerte enfermo!
Pero, si hablas con alguien a quien le importas
de verdad, como tu madre o tu padre, lo más probable es que
empieces a sentirte mejor. Ya no estarás tú solo con
tus problemas y preocupaciones. Eso no significa que tus problemas y
preocupaciones vayan a desaparecer como por arte de magia, pero por
lo menos habrá alguien más que sabrá qué
es lo que te preocupa o molesta y que podrá ayudarte a buscar
posibles soluciones.
A tu madre y a tu padre les importa lo que te
ocurre y les interesa saber cuándo tienes problemas porque te
quieren y quieren saber lo que está pasando en tu vida. Pero,
¿y si no quieres explicárselo a tus padres? En tal
caso, siempre puedes buscar a otro adulto de confianza, como un
pariente o el psicólogo escolar. Tal vez esa persona pueda
ayudarte a hablar con tu madre y/o tu padre sobre lo que te preocupa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario